martes, 19 de abril de 2016

EXIGE BÚRQUEZ VALENZUELA DETENER ESCALADA DE VIOLENCIA EN SONORA

Las familias sonorenses han encendido alarmas ante el aumento del 310%
 en casos de allanamiento de morada y 40.8% en robo de vehículo.

Ante el repunte de la inseguridad en Sonora y particularmente en Hermosillo, el senador por Sonora Francisco Búrquez Valenzuela, ex alcalde de Hermosillo, mostró su preocupación por el lugar 16 que Sonora ha alcanzado en como el estado más violento, según el índice de paz en México, y respaldó a los regidores de Acción Nacional en el Ayuntamiento de Hermosillo, quienes han levantado la voz por los índices de inseguridad en Hermosillo concretamente.
“Hoy Hermosillo está aportando indicadores negativos en materia de violencia e inseguridad, cuando hace 15 años era la ciudad capital más segura del país”, lamentó el ex Alcalde.
Búrquez Valenzuela hizo un llamado a las autoridades y sociedad civil para actuar de manera integral y coordinada, antes de que el tejido social se dañe y entonces la violencia escale a niveles alarmantes que ya han vivido otras capitales de estados fronterizos.
“Pertenezco a una generación que hacía su vida en los barrios, jugando en la calle, sin distinciones sociales ni de ningún tipo, con una cohesión social que se fortalecía en el orgullo de una historia e identidad común”, señaló el legislador panista.
Las familias sonorenses han encendido alarmas ante el aumento del 310% en casos de allanamiento de morada y 40.8% en robo de vehículo.
“El gran riesgo que corremos es que por cuidar la imagen política las autoridades responsables no enfrenten el problema a fondo y de manera enérgica”, aseveró Búrquez Valenzuela, “No puede ser que roben por octava vez un kínder, que maten a un joven por un celular; no podemos permitir que la violencia e inseguridad se normalicen y nos volvamos indiferentes”.
Para concluir, Francisco Búrquez Valenzuela se unió al llamado de los regidores de Acción Nacional a las autoridades de Hermosillo, “La inseguridad ya alcanzó a nuestros jóvenes, a nuestros hogares, al patrimonio de las familias; no puede evadirse como un tema de percepción o de lucha espiritual entre el bien y el mal”.


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